HABRÁ MOMENTOS
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HABRÁ MOMENTOS


Mándame un mensaje bonito…

Así es como a todos nos gustaría, pero ciertamente…


Habrá algunos momentos que no se pueda o quizás que no se deba.


Habrá momentos que no podremos seguir, ni nos podrán seguir, estamos en cambio y a veces nos corresponde solos, es nuestro camino, nuestro propósito de vida, «¡el destino!»


Habrá momentos que ser conscientes de nosotros mismos, eso que llamamos evolucionar, en ocasiones nos deje solos, sin nadie, ni nadie con nosotros, eso es parte del proceso natural, de la senda a recorrer para encontrarnos.


Habrá momentos en la tormenta, que queramos abandonar, que sintamos que no somos capaces, incluso que temamos por la misma vida o que la vida ya no tenga interés y pierda el sentido.


Habrá momentos que creamos que de ahí no salimos, aun teniendo claro que sí salimos. Tal vez no vamos a saber siquiera cómo lo hicimos y tampoco el porqué, de lo que sí seremos conscientes, de que ya no somos los mismos.


Habrá momentos que queramos un abrazo, que simplemente nos atiendan, sin discurso alguno, ni sermón y nos digan al oído que todo va a salir bien.


Habrá momentos que dudemos, dudemos de nosotros mismos y de nuestra Fe, si no, cómo vamos a sentir a Dios con nosotros, cómo vamos a ser conscientes de que siempre estuvo al lado nuestro.


Habrá momentos que **sí seamos conscientes y percibamos que lo que nos pasó es que dejamos de escucharlo, teníamos muchos pensamientos que nos generaban ruido.


Habrá momentos que tengamos la capacidad de observar que en el camino del encuentro con nosotros se viven todas las emociones necesarias para ello. También aquellas que no queremos, que no nos gustan o nos dañan, desagradan, repugnan, molestan, incomodan, que nos fastidian.


Habrá momentos que no podamos deshacernos de tantas lágrimas y lamentos aun queriendo, pero ellas nos hicieron ser conscientes del valor de la armonía, la concordia, de la inteligencia, la Paz…


—¿Y si lo que llamamos divinidad no es solo lo que está fuera de nosotros y lo que nosotros veneramos, sino que es la parte divina de nosotros mismos?— Nada está fuera, todo está dentro… —¿Nos veneramos, confiamos y sentimos la Fe en nosotros mismos, en la divinidad que hay en nuestro corazón?— —¿Y si lo que llamamos Dios somos nosotros, nuestra parte divina?—


«Él siempre nos ha dicho que somos la individualidad de él aquí en la Tierra»

Quizás estemos empezando a recordar que somos el todo y que nada hay que no seamos.

José Acosta


Una vez en mi camino toqué fondo.

Mi desespero me hizo dudar, el sufrimiento se había apoderado de mis pensamientos, solo quería terminar, ya no podía más y creía que no merecía lo que me estaba pasando, era increíblemente doloroso, por qué me preguntaba, si ya me había entregado y lo había dejado todo, ¿qué más quería de mí?

Mis lágrimas bajaban por mis mejillas sin desconsuelo ni atisbo de poder parar… ¡sin saberlo me había rendido al fin!

Le dije intensamente desde mi verdad, desde mi estado emocional, sin negociación alguna, que conmigo se había equivocado, que yo no era lo que él creía, que había fracasado, que había metido la pata y que ya yo no podía volver para atrás, no porque quisiera hacerlo, sino porque ya no podía ser aquel que fui, ¿qué iba a ser de mí?… y sí, pasó por mi cabeza regresar al hogar.

El caso es que de manera inesperada acudió a mi llamada de forma intensa y serena y me dijo tranquilo, con voz apacible y sosegada:

— Lo estás haciendo bien…

Mi asombro fue mayúsculo, y mi enfado muy intenso.

—¿Cómo me puedes decir eso?…

— Eso dice mucho de tu fortaleza… exclamó.

— Has tardado en rendirte estoicamente aguantando el dolor hasta comprenderlo, a todas las personas que van a ti, les duele…

—Pero ¿acaso yo no soy una persona humilde para recibir tal castigo en forma de dolor…? —así pensé y así se lo transmití… y me comentó:

— No tiene que ver con tu humildad, sino con tu resistencia a querer ser de una manera determinada, proyectada por ti y tus pensamientos y la única manera que lo has podido hacer consciente es a través del dolor, descansa ya…

Aun así, arremetí con furia dentro de mi lastimable estado de salud y le dije de manera vehemente:

— Me he desmayado tres veces del dolor, no he podido levantarme de la cama durante 2 meses, 24 horas del día, días tras día con dolor… entonces, ¿en qué he servido?…

Tú eres como yo — me manifestó — debes vivir para vivir…

— ¿Cómo?, ¿yo como tú?, eso no es cierto y lo sabes…

Seguía rabioso y lleno de ira por el dolor tan intenso, estaba extenuado, ya no podía más, había tocado mis catacumbas, ciertamente ya me daba igual, había llegado a la entrega total. Me solía pasar siempre así cuando ya no podía más, había perdido el miedo de ser tal y como era, era así y no podía traicionarme, no podía ser algo que no era y engañarme en lo que sentía; sentía desespero, angustia, despecho, pesimismo, exasperación, dolor, mucho dolor… y me preguntó:

— ¿Qué diferencia crees que hay entonces entre tú y yo?…

A lo que le respondí de manera rápida y espontánea, con un llanto desesperado lleno de frustración y devastación:

— Que tú eres perfecto y yo no…

Aun recuerdo la risa que soltó, la gran carcajada que le oí; fue una risa templada y muy tranquila, ciertamente el perplejo que me produjo fue menor que la claridad de su sonido armonizado… y me dijo después de manera pacífica y reposada:

— ¿Osas decir que si YO SOY perfecto creo la imperfección?

Y ahí lo entendí todo, lloré intensamente por haberme encontrado, ya lo había entendido…

— Ya acabó todo, ahora descansa…

Me recuperé en tres días y empecé a caminar de nuevo, sabiendo que…


TAL Y COMO SOMOS, SOMOS PERFECTOS CADA UNO DE NOSOTROS, TODO LO DEMÁS ES NUESTRA PERCEPCIÓN


Antes de terminar el texto y dejarte, querida, querido, compañera, compañero de viaje, quiero decirte que le di las gracias acaloradamente, vi el abismo y me tiré confiando en que esas alas que no veía de mí, se iban a abrir y así fue.


«Confía en tus alas, todos y cada uno las tenemos aunque no las veas ni las sientas… ¡ellas están ahí!»

«Dios es la vida y la vida somos nosotros, entonces nosotros también somos Dios»


#Gotitasdeagua888 💦

MORALIDAD
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MORALIDAD

Aquí tienes el texto en español, sin el código HTML ni los elementos de Divi:


En muchas ocasiones, llegamos a confundir el AMOR con la facilidad sexual e hicimos «difícil», por ello, encontrar una relación de amor respetuosa con nosotros mismos.

Hablo del amor a uno mismo, a nuestros tiempos naturales, al respeto de nuestra intimidad, a lo profundo de nuestros sentimientos…

En ese camino de encuentro, a veces dejábamos de ser nosotros e hicimos lo contrario a lo que entendíamos que nos limitaba y reprimía nuestra libertad.

La moralidad de ser puros y castos por creencias… y tal vez fue más importante sentir que recuperábamos esa libertad perdida que el respeto a nosotros mismos.

Incluso, en ocasiones, llegábamos a «prostituirnos» sintiendo un vacío enorme, una grandísima desolación, utilizados, vejados, ninguneados…

No hablo de puritanismo, ni de la rigidez y de la escrupulosidad excesiva del cumplimiento de normas de conducta moral. Hablo de respeto a nuestra vida, a que seamos nosotros mismos quienes elijamos…


EL AMOR se hace de muchas maneras: «viendo una puesta de sol, escuchando música, compartiendo una película, un café, una tertulia», y la consecuencia de hacer el amor algunas veces es intimar.

A veces incluso sentimos que solo queremos experimentar esa conexión sexual de manera física, llena de deseo y de libido. También se hace el amor así, cuando quienes lo experimentan son conscientes de que en ese momento sienten expresarlo de esa manera e intiman…

Hacer el amor no es hacer sexo y tampoco dejar de hacer sexo; es hacer el amor.

Hacer el amor es conectar con el otro.


Armonizar las frecuencias que se sienten y elegir cómo materializarlas.

Es «Ser Uno» mientras nos vivimos y nos experimentamos.


Una de las «mayores» muestras de hacer el amor es intimar, es fusionarnos recordando que ambos somos unidad y anclar luz del cielo en la Tierra, de ahí que decimos «dar a luz».

Traer un Ser de luz del cielo y anclarlo aquí…


Es precioso y maravilloso hacer el amor, intimando para recordarnos en la unidad o no…

—¿A quién no le ha pasado que ha hecho el amor y no ha intimado?

Hacer el amor no es sinónimo de intimar e intimar no es sinónimo de hacer el amor…

Cuando lo ordenamos porque nos respetamos, el placer también se transforma y ya no solo es físico, sin desvalorar lo físico por esto o, ponerle la etiqueta de no válido, sino que simplemente nos posibilita ahondar y explorar más allá…


Debemos ordenar la represión y los límites de nuestra moralidad y también ordenar la libertad de creer que haciendo lo contrario somos nosotros…

No somos nosotros por hacer lo contrario a la moralidad, ni tampoco somos nosotros por ser seres llenos de LA MORALIDAD APRENDIDA por las creencias.

Nosotros somos cuando elegimos qué es lo que nos define en el momento, desde nuestra capacidad de observación, desde la consciencia que en ese momento experimentamos de nosotros mismos.


¡Hagamos El amor! 💦


#Gotitasdeagua888

SER HUMANO
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SER HUMANO

Claro, aquí tienes el texto en español, sin el código HTML ni los elementos de Divi:


A veces me gustaría abandonar y en ocasiones decir: «Pues me equivoqué, es cierto, esta vida es una mierda». Pero mi corazón sabe que eso no es verdad, aunque mi mente se imponga de vez en cuando y gobierne, queriendo incluso elegir regresar. Encontrarnos es difícil por lo duro que llega a ser en ocasiones…

De ahí que siempre, cuando alguien hace una manifestación teórica del encuentro, me quedo mirando y observando la teoría y su proyección. Porque si nos estamos encontrando, no diremos eso; diremos la verdad y es lo duro que en ocasiones es.

La de veces que nos vemos solos, no entendidos, negados, excluidos, impotentes, y también aquellas en las que se nos fue la pinza, sobre todo cuando la ira se desordenó y le dimos el alimento necesario para que la rabia gobernara. Teníamos la razón y esa era nuestra única prioridad; no pudimos, por más que quisimos, no hacer y hacernos daño…


La vida está viva y las emociones son la vida, energía en movimiento…


¿Cómo ordenarlo si nos negamos por la teoría de que somos seres incorrectos por vivir esos estados emocionales? Todo es parte del movimiento de la misma vida que somos; todo es y todo somos. Hasta pensarlo en ocasiones es un delito moral, o un grave problema en nuestro interior, o una posesión «endemoniada».

Teoría…

Estoy cansado de la teoría, de solo teoría de lo correcto, de lo que debe ser, del color, de qué es lo que está bien o mal, de cuándo somos lúcidos o no. A veces me veo solo por eso mismo; es como si aceptar ser uno mismo, encontrarnos, fuera sinónimo de ser impoluto e íntegro, y vienen los juicios crueles… Y sí que lo soy, pero por reconocer la verdad que crea verdad en mí, y es que todas esas emociones pasan por nosotros: aquellas que consideramos buenas y aquellas que consideramos malas, porque ambas somos…


Sé que no estoy en soledad, ni me siento así.

Hay teorías que se olvidan de que somos vida, algo tan sencillo, y se pierden haciendo un juicio atroz cuando viven las emociones para poder ordenar y transformar… porque, desde nuestra visión, son incorrectas, o tal vez deleznables, o no están a la altura de lo que se supone que es ser digno.

—¿Acaso creemos que eso que vivimos es casualidad o que no es lo que vinimos a vivir?


Quizás es nuestro propósito de vida, nuestro destino… y digo quizás, porque todas las verdades son verdad, y eso para mí es respetar las demás percepciones, de la misma manera que respeto mi filtro. A lo mejor esa es la verdad de la vida que somos y esas son las oportunidades que generamos para elegir SER nosotros y definirnos a través de nuestros actos.


Es un camino, en ocasiones desordenado, pero eso es amor… solo hay que ordenarlo. Es intentarlo, eso es, elegir intentarlo, porque la vida es una elección. Encontrar el orden entre nuestra experiencia y la de los demás, entre nuestro camino y el de los demás.


«Es ese «TODO SOMOS UNO» y todos necesarios»

José Acosta


Limitamos el amor pensando que está sujeto a formas y maneras… y eso es lo que no lo hace libre.

El amor no es una forma adecuada; el amor es eso que se siente, esa energía que se mueve, que debemos vivir para elegir ser nosotros o intentarlo. Es decir, emociones que debemos armonizar en todo su movimiento. Es lo que somos, energía que se mueve, es la que creamos para poder elegir, intentar elegir SER.


Recordemos que la meta es intentarlo y la consecuencia puede ser que sea conseguirlo… aunque si somos todo, siempre se consigue. Ese todo es amor, y eso nos cuesta verlo, porque cada vez que vivimos algo que no encaja, pero que es lo que nos permite ser, creemos que estamos errados, que no somos merecedores, que eso no es amor, y eso no es así, al menos desde mi percepción.


—Tal vez deberíamos construir una relación con nosotros mismos, con el ser humano que somos, tal y como es…


¡Simplemente SER HUMANO! 💦


#Gotitasdeagua888

EL AMOR NACE EN MI
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EL AMOR NACE EN MI


A veces hay que pararse a descansar para sentirnos algo mejor, sobre todo para ir recuperando nuestro estado de forma.

-Nuestro estado original. -A nuestros niños

Sé que lo vamos a lograr, que nos vamos a sentir orgullosos de nosotros, que nos vamos a mirar a nosotros mismos y sentir esa intensa sensación en el estómago, como de costumbre, cuando estamos intensos. Pero esta vez será por sentirnos UNO con nosotros, reafirmados, seguros con nuestras acciones, y lo mejor, con nuestra vida.


En ocasiones, es cierto que el proceso se pone cuesta arriba. Es una pendiente muy difícil de transitar, un chorro de estados emocionales que nos generan malestar y desespero; es tanto el dolor que el sufrimiento se dispara, acentuando en nuestro interior una desazón difícil de armonizar; pero estamos ahí, dispuestos para la confrontación, afrontando sin parangón, decididos a SER nosotros

Tal y como somos, sin avergonzarnos.

Dejando la insuficiencia a un lado y la no validez.


Para «Transformar y trascender», …


Somos suficientes y válidos, y eso lo tenemos que ver nosotros mismos. No es una teoría, es la acción de SER.


Sin ese sentimiento de pérdida de dignidad causado por una falta cometida o de incomodidad producida por el temor de hacer el ridículo ante alguien o ante los demás o ante nosotros mismos.

Momentos de HONRA vivimos; de respeto y de aprobación. Que tenemos ante nuestras cualidades morales y de dignidad a nuestra persona y el proceso que lo permite para SER nosotros.


Tal y como es para poder elegir, siendo «consciente» de que vinimos a vivir nuestro destino, el propósito de nuestra vida, el que nos lleva a nosotros…

«A nuestro ENCUENTRO»

La integridad es la entereza moral de ser y saber que, tal y como somos, es como es.

Para elegir quién somos ante lo que tenemos que vivir…

La integridad es lo contrario a la negación de nosotros mismos.


Levantemos la mirada y miremos de frente a nuestros ojos. No la apartemos y reconozcámoslo ante nosotros, –porque solo nosotrospodemos amarnos y así sentir ese amor en los demás, hacia nosotros.

Lo estamos haciendo bien…

Por fin llegó el momento de que saquemos a nuestros niños a jugar sin el miedo de no ser aceptados por nosotros mismos.

Continuemos y sigamos, que la vida es un viaje maravilloso, lleno de color.

No permitamos que en esta ocasión nos engañe el sufrimiento y acapare el protagonismo, haciendo que distorsione los colores que la vida tiene.


No le dejemos que nos susurre al oído ese «estamos cansados de sufrir»… y creamos por ello que es la vida quien tiene la culpa y no lo es;

-es el sufrimiento el que hemos de transformar-.


«Porque la vida siempre tiene color»


La falta de arropo que a menudo nos acompaña, la tenemos que subsanar en nuestro interior…


«AMANDO nuestro proceso»


Que hoy tengan un precioso día…

De esos que sienten que merece la pena este viaje LLAMADO VIDA 💦


#Gotitasdeagua888

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DESEO

¿Qué es el deseo?…

Desear y desear constantemente es agotador, el querer tener o conseguir la felicidad, el dinero, el poder,…

Quizás eso lo que crea es un sufrimiento intenso ¿y si es eso lo que nos esclaviza? A lo mejor tanto desear es lo que nos tiene en una superflua vida… He visto a muchas personas que han conseguido y tienen todo lo que habían deseado y no son felices.


¿Qué ocurre entonces?, ¿dónde está el «error»?…

Hay un dicho que dice que es tan pobre, tan pobre, tan pobre, que sólo tiene dinero… ¿y si nos estamos equivocando y asociamos que ser felices es conseguir lo que deseamos?…

A lo mejor ser felices es SER uno mismo…


Si somos nosotros disfrutamos de ello, el músico, el pintor, el escultor, el analista, el psicólogo, el político… todos disfrutamos simplemente por SER, no por conseguir notoriedad, reconocimiento, fama…, en todo caso ésa sería la consecuencia de SER, la reacción de nuestra acción…

¿Dónde tenemos el foco? ¿en Ser o en conseguir lo que deseamos?

La respuesta a esa pregunta es personal… cada uno que se conteste… ¿Qué es lo que falla?

¿Somos nosotros o es el sistema que al no estar ordenado sólo nos enseña la búsqueda del dinero y del poder?… 🤔


Desear es el interés o la apetencia de conseguir la posesión o la realización de algo, de querer una determinada cosa, generalmente lo que consideramos bueno… Existe el deseo, eso es cierto, pero me pregunto…

¿Es el deseo quien debe ser la guía de nuestra vida?

Por un momento sería bonito que tuviéramos la capacidad de no desear, sólo aceptarnos a nosotros mismos, ser los niños que juegan sin estar pendientes de lo que queremos ser, sino vivirnos para recordarnos, para recordar quiénes somos y disfrutar de nuestro corazón y no del infatigable deseo que tenemos de ser algo, tener algo o conseguir algo…


Es obvio que el deseo es parte del motor de nuestra vida, lo que nos impulsa, lo que nos mueve a encontrarnos y lo que nos posibilita intentar vivir de la manera que nos defina… pero debemos ser conscientes de qué deseamos, porque en ocasiones define nuestra necesidad mental y no a nuestro corazón, con el sufrimiento constante de si seremos capaces o no, válidos o no, acertados o errados…

Deseemos claro que sí, deseemos ser nuestra mejor versión, la versión más elevada de nosotros mismos, nuestra honra, pundonor, honestidad, dignidad, decencia, lealtad, decoro, nobleza… HONOR

#Gotitasdeagua888 💦💦

TODOS SOMOS
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TODOS SOMOS


¿De qué nos vale ser felices y estar buscando solo nuestra felicidad si los demás, aquellos que comparten con nosotros y los que no, no lo son? Ya tenemos conciencia para recordar que la felicidad de manera individualista no es felicidad, es una proyección del pensamiento que tenemos sobre ella. Me pregunto: ¿se puede ser feliz sabiendo que los demás no lo son?


A veces es difícil explicarme; las palabras en muchas ocasiones están estigmatizadas y limitadas, sobre todo cuando quiero mostrar cómo el programa, la educación competitiva en ser los más, los mejores, nos boicotea, entendiendo por ello que lo correcto es solo nuestro YO y los otros que se busquen la vida. Tengamos presente que es SER nuestra mejor versión, no es ser mejor que los demás, y los demás nos ofrecen espejos para poder serlo. ¡Esta vida es de todos y todos tenemos el derecho de poder disfrutarla!

Si ya somos, somos tanto en cuanto los demás son… ¿De qué nos vale llegar a esa ansiada y anhelada felicidad del tener, del conseguir… si los demás están sufriendo, están afligidos y llenos de dolor… ¿eso es felicidad? No abandonemos la intención de SER nosotros mismos, ¡La Felicidad es SER!


Paremos a discernir por un momento… y observemos si eso es lo que hacemos con todas nuestras búsquedas de la felicidad… si la visión que tenemos de ella es colectiva o no, si lo único que nos importa es solo nuestro yo con todos sus derivados: familia, amigos, entorno más cercano, etc. Recordemos que para que haya victoriosos, debe haber derrotados… ¿Y si todos ganamos? Seguro que así sí definiría nuestra humanidad.

Algunos de nosotros, cuando estamos en el camino que entendemos por «espiritual» —ese camino que nos dice qué tenemos que hacer para ser, cuando ya somos, siempre hemos sido—, adquirimos la creencia de que cuando hemos alcanzado todo el conocimiento que se nos imparte y hemos estudiado ese conocimiento, ya tenemos la capacidad de ser maestros o… y empezamos a intentar materializar nuestra ilusión, el camino suspirado, el camino pensado… Solo nos ocupamos de nuestra proyección individual e individualista, porque solo existe un objetivo: nuestro YO y YO…


Un «maestro» no es aquel que tiene muchos seguidores, ni tampoco el que tiene esa pretensión; esa sería la consecuencia, la reacción o el efecto… sino es aquel que cuando comparte vida con nosotros nos incita y nos invita a que encontremos el maestro que hay en nuestro interior… y hagamos sucesivamente por creencia propia lo mismo con los demás…

El encuentro es individual en el colectivo que formamos, el encuentro es solo pero no en soledad, el encuentro es gracias a los demás que nos lo permiten… Cuando nos encontramos, solo queremos que los demás se encuentren como nosotros lo hemos hecho… e incluso más allá para que también sumen a nuestro proceso y al proceso, ¡eso es SER UNO!

Todos somos maestros de nuestra vida


TODOS SOMOS

#Gotitasdeagua888