AMBOS-JUNTOS
Es cierto que hemos vivido y seguimos viviendo desigualdad entre los géneros; han sido muchos años de patriarcado, donde el matriarcado ha tenido que reivindicar y reivindica esa ausencia de igualdad de los derechos y de las obligaciones… En ocasiones, la lucha ha sido y es muy injusta, desigual, deleznable y mísera, llena de muchísimos despropósitos a propósito…
JUNTOS-AMBOS
El hecho de ser el macho de la especie, es decir, el hombre, ya era y aún es suficiente para acceder a beneficios exclusivos, logrando así diferenciarnos del otro género, incluso también entre él mismo, pues ser «macho» en ocasiones se es y era de una manera determinada, así le restábamos importancia al otro género y a los que no tenían cualidades de «macho»… excluyéndolos…
Nos sentíamos únicos, con el pensamiento de que no existe nada igual a nosotros, de ahí viene la exclusión de los demás, de la exclusividad que sentimos nosotros, esa del patriarcado… Nos otorgaban u otorgábamos el título solo por esa condición natural, ya éramos mejor o lo hacíamos mejor… y no siempre fue por nuestra habilidad o talento, sino por miccionar de pie…
Sé que a veces a la hembra de la especie, es decir, la mujer, no le quedó otra que tener que pelear y reivindicar esa pérdida de justicia e igualdad; han tenido y tienen aún que luchar, así es como sabemos y lo hemos aprendido, están inmersas en la disputa para tener las mismas oportunidades y los mismos derechos por el poder que no han tenido, de tener la capacidad o la facultad de hacer determinadas cosas y no ser excluidas por su género, por miccionar sentadas y querer poseer también ese poder, es suyo, para así ejercerlo…
Es lícito, y seguro que ha sido y es necesario el combate, es obvio que a día de hoy aún siguen habiendo diferencias que tenemos que arreglar y por supuesto la de ser equitativos, para recordar la ecuanimidad y obrar con imparcialidad y justicia, creando un mundo a imagen y semejanza de nuestra humanidad esa capacidad de sentir afecto, comprensión y solidaridad hacia las demás personas, donde la justicia sea el orden natural de las cosas, así:
¡Todos los humanos somos PERSONAS!…
La batalla sigue generando una grandísima controversia; aún nos defendemos de opiniones contrarias y además de manera reiterada, ambos géneros sentimos miedo, uno a no conquistar el poder y el otro a no perderlo. No sigamos esclavizándonos en la lucha agónica y extenuante por el ansiado poder y no caigamos en la tentación de las humillaciones, el sometimiento y la subordinación de aquellos o aquellas que no son como nosotros…
Seamos honrados y creemos con equidad, demos a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o sus condiciones, sin tener en cuenta ni favorecer el trato de un género perjudicando al otro.
A estas alturas ya somos conocedores, tenemos una verdad acumulada, experiencias, vida vivida y somos conscientes de lo que no funciona, de lo que excluye, de lo que diferencia, de lo que no es equitativo, de lo que crea injusticia, etcétera.
Ambos géneros lo hemos hecho de la mejor manera posible, era como creíamos que funcionaba, pero lo cierto es que favorecimos a que el género masculino dominara y sometiera al femenino… ¡No hagamos lo mismo ahora!, depende de nosotros.
En estos momentos hay una oportunidad, vivimos un cambio de paradigma y somos más conscientes de que las personas somos una unidad.
¡Recuperemos la fortaleza de la unión!
Que sí que nos da el poder, el PODER de ambos géneros, el complemento de ambas magias, la complicidad de SER UNO, si no, ambos perdemos, ambos somos derrotados, ambos nos hacemos daño y la «batalla» continúa… Si sometemos de la misma manera que lo hemos hecho, duplicaremos la historia, solo que al revés… Sé que no es la intención, aunque a veces en algunas acciones no lo corroboran, solo expreso lo que desde mi percepción puede ocurrir si no somos lúcidos y no actuamos con objetividad… Soy consciente de que queda menos, aunque desde mi apreciación aún nos queda para entendernos, comprendernos y respetarnos para después integrarlo y que no sea parte solo de una lucha reivindicativa sino del orden de la fortaleza que produce la unión de ambos géneros, esa que nos da el poder del todo lo que somos, porque vivimos la ARMONÍA de aportar esas nuestras distinciones, esas nuestras diferencias, esas nuestras riquezas…
Algún día usaremos toda la fortaleza que hay en nosotros, la que nos da el complementarnos ambos y así acceder:
“Al poder de SER la UNIDAD entre todas las personas, con todo nuestro poder de CREACIÓN que da la unicidad…”
#Gotitasdeagua888
