A veces, en mi observación, percibo que en ocasiones hemos entendido que hacer lo contrario a lo clásico es el camino.
Lo que nos diferencia, es esa parte bohemia que hay en nuestro aparente egocentrismo, esa parte individualista que pensamos que nos distingue ante los demás, que somos originales y quizás únicos, simplemente por no llevar una vida «clásica».
A lo largo de mi experiencia, he comprobado que muchos de nosotros no sólo no éramos originales (Ver: Desnudarnos), sino todo lo contrario, muy influenciables y moldeables, pero creíamos que sí, porque no repetíamos las mismas acciones clásicas, éramos guay, alucinantes, fantásticos.
No éramos conscientes que estábamos dominados por el sistema, además con autoridad y peso, porque nos ofrecía lo distinto a lo clásico, para ser sólo la reacción y no la acción de ser coherentes con nosotros mismos, pensando que sí, y así depender siempre del sistema mismo que nos predicó.
A cuantos amigos y compañeros vi fumar, beber, transgredirse desde muy temprana edad pensando que así ya eran adultos y que eso los hacía diferentes.
-¿Acaso eso era ser distinto?-
Lo hacíamos casi todos, … Y así con todo,-con el compromiso, la lealtad, el honor, el respeto.
Nos solía mover una sola cosa y era destacar ante los demás sin SER CONSCIENTES. Lo importante era no ser igual al resto «clásicos», para conseguir ser centro de atención, de esa quizás falacia y engañosa distinción.
Cuando se vive en armonía queremos dejar de ser algo que no somos y no estar constantemente pendientes de esa vida poco convencional, poco organizada y extravagante que parece libre, llamada bohemia, para vivir el orden (leer también: Vivirnos), eligiendo y ocupándonos de ese nuestro compromiso adquirido libremente.
Somos muchos los que en este bagaje hemos claudicado ante la verdad, para dejar ese cansancio que en ocasiones es agónico, que nos supone el pasotismo, dejadez y la indiferencia que usamos para no ser clásicos, muchas de las veces esa desgana o desinterés es desconocido por nosotros.
Yosoy clásico, no por hacer lo que los demás hacen, sino por comprometerme desde mi libertad a crecer con los demás, siendo parte del colectivo que con ellos formo.
Yosoy clásico, por adquirir la responsabilidad de ser y hacer desde esa mi libertad, sin estar pendiente de ser rebelde, ni estar en contra, simplemente ser yo y coherente con mi elección.
Yosoy clásico, por vivir ordenando esas vivencias y no estar buscando darle un sentido excéntrico que me aparte de lo que es común en mí.
Yosoy clásico, por no estar pendiente de vestirme, hablar o comportarme de una manera extraña o poco común, para sentirme distinto.
Cuando expreso esto, lo que trato de manifestar es que cuando estamos pendientes de hacer para ser distintos, estamos en la reacción y necesitamos de una guía para poder hacer lo contrario, por tanto debemos de ser conscientes que somos sólo eso, seres pendientes de ser poco comunes, raros y extraños…
-¿Eso es SER NOSOTROS?-
Quizás llevamos mucho tiempo buscando cómo ser diferentes y distintos, haciendo todo eso que creíamos para ello y no nos hemos dado cuenta de que ya somos originales y auténticos.
