RECUPEREMOS NUESTRA HUMILDAD
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RECUPEREMOS NUESTRA HUMILDAD

Creemos que sabemos todo lo que se necesita saber, convirtiéndonos en personas sesgadas, cerradas a adquirir conocimiento y además emitiendo opiniones como si fueran verdades absolutas, recuperemos nuestra humildad.

Todos somos ignorantes e incompetentes en algo y todos cometemos «errores». Lo importante es convertirlo en herramientas, en conocimiento que nos permita enriquecernos y adquirir consciencia de nosotros mismos, de nuestro entendimiento real, si no miraremos a los demás desde ese filtro y no sabremos nunca callar y escuchar esas aportaciones que nos puedan ser válidas para adquirir consciencia, nutrirnos, progresar y crecer.

Todos sabemos de todo, ya lo tenemos asumido, es fácil acceder a la información. Creemos que eso nos hace sabios, incluso aún no habiéndolo hecho nunca, nos basta ver un programa o leer un artículo y ya nos sentimos sabedores, ya tenemos la autoría de la verdad.

 -¡Esa ignorancia es ciega!-

Y con el paso del tiempo con esta educación competitiva de querer ser mejor que los demás, la hemos ido acentuando intensamente y elevando sin darnos cuenta, nuestra falta de confianza a la verdad y nuestra ceguera a lo real, convirtiéndonos en personas obtusas, brutas y sin capacidad de saber que no sabemos o que simplemente sabemos lo que sabemos, arremetiendo por ignorancia contra el que sí que sabe, con tanta fuerza como la de nuestro ofuscamiento, nuestra tozudez, nuestra necedad…

Tenemos mucho miedo al rechazo de no ser aptos y sentirnos ridiculizados e infravalorados por los demás.

Exponer aportando, es una opinión, pero declarar nuestros pensamientos como verdades absolutas es querer tener la razón (Leer: Nuestra Verdad), sin permitirnos ir más allá.

Cuantos padres vemos estrellas a nuestros hijos y nunca hemos practicado ese deporte, cuantas personas pensamos que cantamos bien y no sabemos de música, ni siquiera nos hemos escuchado, cuántos de nosotros nos creemos grandes pilotos y nunca hemos cogido un coche de competición, ni hemos estado en un circuito para comprobar nuestros tiempos, …

Debemos empezar a ser HUMILDES, a escuchar a los que saben, no es una cuestión de querer darles la razón, sino para poder a través de ese conocimiento, hacer una valoración de otra verdad, con la verdad que sabemos, para transformarla si así fuera necesario o hacerla nuestra si nos aporta una verdad más completa.

Todos estamos capacitados, pero no todos somos capaces de lo mismo.

Volvamos a mirar dentro de nosotros y respetar la verdad nuestra y no nuestras intensas ganas de tener la razón y salirnos con la nuestra, la línea es muy delgada, debemos ser honestos con nosotros mismos.

Si seguimos creyendo que lo sabemos todo de nosotros, es cuando de nosotros sólo sabemos lo que queremos, pero no todo y no sabremos respetar la sabiduría que existe y menos aún adquirirla. Sólo nos hace falta escucharnos.

No tengamos miedo a que otros nos aporten su sabiduría, eso nos fortalece y viceversa, eso no significa que seamos unos más que otros, significa que todos sabremos mucho más, hasta para saber quién tiene el talento y la capacidad…

No el que se presenta porque tiene un interés, da igual cuál, oposiciones, fama, ambición, etc. y ocupa la posición de mando.

Recuperemos nuestra humildad.

Es importante descubrir nuestros talentos y aprender de ellos, porque el talento se tiene o no, cada uno es capaz de lo que es capaz.

Todos somos igual de necesarios, ninguno mejor que otro, ¡el colectivo debe ser el líder! y todos los beneficiados, de ahí la importancia de potenciar nuestros talentos y no seguir creando duplicaciones… (Leer también: Todos somos colectivo)

¡RECUPEREMOS NUESTRA HUMILDAD! para poder ver nuestra VERDAD

#Gotitasdeagua888

AMISTAD
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AMISTAD

AMISTAD, es a ti a quien me dirijo, sé que aún sigues ahí en nuestro interior, sé que poco a poco y pasito a pasito te estamos recuperando, trayéndote al ahora, a este momento presente.

Lo hacemos con mucho miedo, amistad, pero créeme, lo hacemos, aunque aún hay desconfianza, es que no queremos sentirnos más veces tontos por ser buenos y creer en ti, o ingenuos por entregarnos con esperanza y determinación, o ilusos por confiar intensamente en los demás.

Cada vez más, amistad, nos respetamos a nosotros mismos, respetamos lo que sentimos, lo que estamos siendo y la humanidad que hay en nuestro corazón.

Amistad (Leer también: Unirnos), sabemos que es posible el cambio, todos lo sentimos, lo que nos pasa es que a veces nos desesperamos, nos sentimos impotentes e incluso incrédulos, porque no sabemos cómo hacerlo, pero gotita a gotita sí que nos estamos permitiendo que la sabiduría que atesoramos deje que el maestro que somos actúe.

Amistad, ya sabemos que tú existes por el amor al prójimo que poseemos y custodiamos en el corazón, es intrínseco en nosotros, todos nos sentimos bien cuando hacemos que el otro se sienta bien, cuando ayudamos al encuentro. Tal vez es esa la experiencia divina y elevada de ser uno con Dios, ser nosotros mismos, por ser uno con el otro, SER HUMANO gracias al otro que es nuestro hermano, el que nos permite la experiencia.

Volvamos a ser amigos y el resto será la consecuencia, la reacción, el efecto… (Ver: Todos somos colectivo)

Para cambiar lo que hacemos, tenemos que cambiar qué estamos siendo, esa es la asignatura, o más bien, el proceso en el que estamos inmersos.

 

No nos sintamos vencidos, sé que es difícil porque hay muchas maneras de ver el mundo, de visionarlo.

YOSOY de esos que sí perciben que el cambio es creíble, que cada vez somos más conscientes, permisibles y favorables con nuestra transformación.

Sigamos recuperando al ser humano que somos, reconquistando el ser persona.

 La pandemia si algo nos hizo consciente, es que la vida es más importante que las razones, que esto es tránsito, un viaje pasajero, un proceso, que al menos para mí, es fugaz.

A lo mejor deberíamos dejar la incesante búsqueda de darle sentido a la vida, desde la educación competitiva que hemos adquirido, que en ocasiones lo que crea, incentiva e incita es rivalidad, enemigos, perdedores, derrotados, egocéntricos, ególatras, narcisistas, personas individualistas y solitarias, porque también sabemos que somos todo lo contrario, eso sí, cuando lo elegimos, cuando adquirimos la consciencia de que todos somos uno, que vencernos, también es derrotarnos a nosotros mismos, así lo único que define es la manera de cómo aprendimos y no de cómo somos.

Tengamos FE, podemos restablecer, rescatar y reponer los valores intrínsecos de nuestro corazón, sintamos FE en nosotros mismos.

Todos somos humanos queriendo ser la versión más elevada de nosotros, aliviemos las creencias y recobremos la humanidad, la unidad común que todos y cada uno formamos.

 

Vivir es lo que tiene sentido, es así de sencillo a la vez que complejo.

Somos nosotros la vida y tal vez eso es lo que tenemos que recordar, nuestra misión…

De qué nos vale ganar si el otro que somos nosotros pierde;

-¿y si esa competición la mal aprendimos, porque no era competir para ganar o perder, sino para aportar al colectivo, a la UNIDAD que formamos con los demás, nuestra versión más elevada?-

Así triunfamos todos, ganamos lo «mejor» de cada uno.

Todos somos necesarios y lo sabemos, pero a veces esta manifestación tan obvia, no es respetable.

Cada uno vino a vivir una experiencia, su experiencia, es por eso, que lo que cada uno necesita es distinto, deberíamos complementarlas, abandonar nuestros miedos a no ser validados, hay suficiente para todos los que somos y no restarnos y reducirnos  entre nosotros por nuestras creencias,  «todos somos válidos», lo que sí debemos es ordenarnos. La competición existe, es parte de nuestra naturaleza, nos permite evolucionar nuestras destrezas, habilidades, pericias, maestría.

Cuando somos niños, lo de ser mejores o peores definía solamente nuestras acciones, no a nosotros como personas, eso lo teníamos muy claro en nuestro interior, sin que nadie nos lo enseñara, sabíamos que esas acciones eran sólo eso, acciones, que los niños que éramos, era lo que realmente importaba, porque éramos amigos, no había diferencias entre nosotros, eso lo «mal» aprendimos después, a posterior, a nadie excluíamos, y si lo hacíamos, era porque nos enseñaron a hacerlo según las creencias.

Competíamos para experimentar nuestras diferencias en las habilidades, es innato, saca lo mejor de cada uno, para después, con muchísimo amor compartirlo en el colectivo, a nadie dejamos fuera, éramos amigos.

 El amor de SER UNO cuando niños lo tenemos integrado, porque somos amigos, existe una relación real de afecto, simpatía y confianza inquebrantable, existe la amistad.

Cuando tenemos amigos o a alguien con quien simplemente hablar, somos felices, sentimos el afecto entre nosotros.

AMISTAD, eres importante en nuestra vida, eres ese vínculo estrecho con los demás, de afecto, lealtad y respeto.

Cada vez más despliegas tu magia de cariño, compañerismo y hermandad.

Tengamos CONFIANZA en nuestra humanidad interna y FE para materializarla.

 

 

#Gotitasdeagua888

UNIRNOS
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UNIRNOS


En la vida, es la UNIÓN lo que nos genera fortaleza y es la fortaleza la que nos da el poder de transformar, de crear, el poder de la alquimia. Sin embargo, a veces, solo buscamos y codiciamos el poder sin darnos cuenta de que ese deseo de poder es el que nos separa, nos aísla y nos aleja del prójimo, e incluso, en ocasiones, nos elimina como si fuéramos desechos, desperdicios, sobras.

Queremos poder porque aún no sentimos que «los otros son una unidad con nosotros», sino que están separados, apartados, lejos, porque tienen creencias distintas, razones diferentes, pensamientos contrarios.

Debemos ser conscientes de que, para nosotros y la sociedad, lo único que tiene más valor que la misma vida es nuestra razón. Lo hemos observado constantemente a lo largo de la historia y también en la historia presente, la que ahora mismo escribimos; todavía hay guerras. Tal vez no somos del todo conscientes para poder observarlo…

La razón es el valor supremo de la vida, es la guía. ¿Es eso cierto, o es la misma vida, el valor supremo, lo que más valor tiene? Hemos matado a muchas personas por ello, y lo seguimos haciendo. A veces incluso lo hemos hecho y lo hacemos en nombre de Dios; nos quitamos la vida de manera impune por esa razón o razones… Por lo tanto, nos justificamos, porque somos los poseedores de la razón, es decir, de la verdadera verdad.

Esa enseñanza nos viene heredada desde hace muchísimo tiempo, desde nuestros antepasados, generación tras generación, por nuestras creencias. Aquellos seres que no tienen la misma que la nuestra, lo mejor es romper con ellos; son los equivocados o los malos, debemos desligarnos e inclusive, repudiarlos, despreciarlos, censurarlos.

Es esa desunión, usada en nuestra educación a través de la religión, la política, la espiritualidad, los géneros, etc., la que nos divorcia y desconecta del amor al prójimo, nos aparta y nos excluye del «SER HUMANO que somos».

Es ese dividirnos el que nos dispersa y acentúa nuestro individualismo; solo son válidos aquellos que piensan como nosotros, dejando de sentir que los demás son uno con nosotros, que todos SOMOS UNO. Esto hace que ambicionemos adictivamente el poder, hasta cotas insospechadas, donde todo vale, incluida la vida si así fuera necesario, con tal de conseguirlo y mostrar que somos nosotros los que tenemos la auténtica verdad.

Sin embargo, si nos enseñaran que el poder de la vida, de la creación, nace de la UNIÓN de todos nosotros, de nuestra fortaleza interior, quizás empezaríamos a ADQUIRIR LA CONSCIENCIA de que ese es el poder para crear de otra manera y empezaríamos la real y genuina transformación en ese mundo «nuevo» que anhelamos, ese mundo que define a la vida.


La Vida y el Poder de la Unión

«La vida somos y el otro eres tú mismo», ese es el respeto a nuestra humanidad, a nuestros corazones, eso es parte del proceso de encuentro.

No se trata de separarnos por tener percepciones distintas de la vida que somos, sino de unirnos y complementarnos, sumar los unos en los otros. Ese es el poder que hay en nuestro interior, y esa suma de cada uno de nosotros nos revela que la fortaleza interior de la UNIÓN nos da el poder del universo para crear, concebir, establecer; y es en la separación donde se disipa, se esfuma y se desvanece, generando una grandísima lucha encarnizada por el poder.


Verdadera Fortaleza

La fortaleza interior no se obtiene del poder; es al contrario, es el poder quien surge de la fortaleza interior de la UNIÓN.

La separación continúa disfrazada como fortaleza, desde los países con su patriotismo y fronteras, la política, economía, religiones y las creencias. Dejemos de separarnos entre nosotros como si no fuéramos TODOS UNO, sino enemigos acérrimos, decididos y convencidos. Esta gran falacia la hemos perpetrado en el tiempo, es nuestro legado y continuamos con ella.


Despertemos

Despertemos.


Es la UNIÓN quien genera la fortaleza interior de la creación, del cambio, la suma de todas y cada una de las percepciones, la que nos da el PODER de la transformación, la creación que nos define a todos.


#Gotitasdeagua888

SER HUMANO
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SER HUMANO

Claro, aquí tienes el texto en español, sin el código HTML ni los elementos de Divi:


A veces me gustaría abandonar y en ocasiones decir: «Pues me equivoqué, es cierto, esta vida es una mierda». Pero mi corazón sabe que eso no es verdad, aunque mi mente se imponga de vez en cuando y gobierne, queriendo incluso elegir regresar. Encontrarnos es difícil por lo duro que llega a ser en ocasiones…

De ahí que siempre, cuando alguien hace una manifestación teórica del encuentro, me quedo mirando y observando la teoría y su proyección. Porque si nos estamos encontrando, no diremos eso; diremos la verdad y es lo duro que en ocasiones es.

La de veces que nos vemos solos, no entendidos, negados, excluidos, impotentes, y también aquellas en las que se nos fue la pinza, sobre todo cuando la ira se desordenó y le dimos el alimento necesario para que la rabia gobernara. Teníamos la razón y esa era nuestra única prioridad; no pudimos, por más que quisimos, no hacer y hacernos daño…


La vida está viva y las emociones son la vida, energía en movimiento…


¿Cómo ordenarlo si nos negamos por la teoría de que somos seres incorrectos por vivir esos estados emocionales? Todo es parte del movimiento de la misma vida que somos; todo es y todo somos. Hasta pensarlo en ocasiones es un delito moral, o un grave problema en nuestro interior, o una posesión «endemoniada».

Teoría…

Estoy cansado de la teoría, de solo teoría de lo correcto, de lo que debe ser, del color, de qué es lo que está bien o mal, de cuándo somos lúcidos o no. A veces me veo solo por eso mismo; es como si aceptar ser uno mismo, encontrarnos, fuera sinónimo de ser impoluto e íntegro, y vienen los juicios crueles… Y sí que lo soy, pero por reconocer la verdad que crea verdad en mí, y es que todas esas emociones pasan por nosotros: aquellas que consideramos buenas y aquellas que consideramos malas, porque ambas somos…


Sé que no estoy en soledad, ni me siento así.

Hay teorías que se olvidan de que somos vida, algo tan sencillo, y se pierden haciendo un juicio atroz cuando viven las emociones para poder ordenar y transformar… porque, desde nuestra visión, son incorrectas, o tal vez deleznables, o no están a la altura de lo que se supone que es ser digno.

—¿Acaso creemos que eso que vivimos es casualidad o que no es lo que vinimos a vivir?


Quizás es nuestro propósito de vida, nuestro destino… y digo quizás, porque todas las verdades son verdad, y eso para mí es respetar las demás percepciones, de la misma manera que respeto mi filtro. A lo mejor esa es la verdad de la vida que somos y esas son las oportunidades que generamos para elegir SER nosotros y definirnos a través de nuestros actos.


Es un camino, en ocasiones desordenado, pero eso es amor… solo hay que ordenarlo. Es intentarlo, eso es, elegir intentarlo, porque la vida es una elección. Encontrar el orden entre nuestra experiencia y la de los demás, entre nuestro camino y el de los demás.


«Es ese «TODO SOMOS UNO» y todos necesarios»

José Acosta


Limitamos el amor pensando que está sujeto a formas y maneras… y eso es lo que no lo hace libre.

El amor no es una forma adecuada; el amor es eso que se siente, esa energía que se mueve, que debemos vivir para elegir ser nosotros o intentarlo. Es decir, emociones que debemos armonizar en todo su movimiento. Es lo que somos, energía que se mueve, es la que creamos para poder elegir, intentar elegir SER.


Recordemos que la meta es intentarlo y la consecuencia puede ser que sea conseguirlo… aunque si somos todo, siempre se consigue. Ese todo es amor, y eso nos cuesta verlo, porque cada vez que vivimos algo que no encaja, pero que es lo que nos permite ser, creemos que estamos errados, que no somos merecedores, que eso no es amor, y eso no es así, al menos desde mi percepción.


—Tal vez deberíamos construir una relación con nosotros mismos, con el ser humano que somos, tal y como es…


¡Simplemente SER HUMANO! 💦


#Gotitasdeagua888

EMBAJADORES
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EMBAJADORES


Tardé en comprender que nadie nos representa y mucho menos que son…

«Embajadores de nosotros mismos».

¡Cada uno es como es y vino a vivir su vida!


Para mí fue un intenso aprendizaje, sobre todo con aquellas personas con las que compartía lazos estrechos; era una exigencia oculta, una pretensión inconsciente que no había observado.

A veces es difícil saber dónde están las líneas de la honra y la lealtad a nosotros mismos, a nuestras convicciones de cómo percibimos la vida. Todas las personas hemos tenido que vivir y vivimos nuestras experiencias para ir encontrándonos e ir descubriendo o más bien…


¡Recordando quiénes somos!


Y en ese camino, en ocasiones hemos hecho cosas que distan muchísimo de nuestra esencia, de nuestra verdad.

No nos culpo, nos enseñaron a sobrevivir en este sistema social de falsa apariencia, donde es más importante la fachada que el interior; la estimación es aparentar, tener, conseguir…


Por ello, en ocasiones nos transgredimos y aún lo hacemos para encajar, incluso nos desobedecimos y nos desobedecemos hasta quebrantarnos, infringimos nuestra ética hasta violarnos. Lo de menos era y es nuestra verdad; lo importante era o es conseguir o, si no, fingir, simular lo que queríamos o queremos ser.

¡Es «triste», eso es cierto!

Pero esa es la verdad que yo he observado y aún en ocasiones observo, y me pregunto…


¿Es lo que queríamos o queremos ser nosotros o lo que la sociedad quería o quiere que seamos?

Aún muchos de nosotros seguimos con el entendimiento de que ser feliz es conseguir y tener, haciendo todo lo posible para ello. Cualquier cosa es válida, incluso por encima del respeto a nosotros mismos, a nuestro honor, con tal de llegar a la anhelada meta, al propósito marcado, alejándonos de la felicidad


Que es:

SER nosotros mismos,

SER auténticos,

SER verdaderos,

SER fidedignos,

SER GENUINOS, …


Sé que es complicado e intrincado compartir la vida en ocasiones. Es un camino arduo, sobre todo cuando tenemos la firme convicción de querer Ser Nosotros.

Sentimos en ocasiones que «elegir el perdón» al proceso de los otros es dejar de ser nosotros, de ser coherentes con quien somos, y entramos en una auténtica revoltura que no es sencilla de ordenar.

Ser coherente con nosotros también es saber que todo es proceso y que todos estamos en proceso.


Se requiere madurez emocional y templanza, para ir poco a poco armonizando nuestros estados emocionales tal y como hemos elegido, según nuestro propósito de vida en esta experiencia.


Eso implica que en esta reprogramación de nosotros mismos, a veces disentir, discrepar o no estar de acuerdo están a la orden del día. A veces incluso de manera tan acentuada que por momentos puede llegar a contaminar las relaciones o la convivencia e incluso, ocasionar la separación.

Pero, ¿cómo hacer eso que no sabemos hacer, si nadie nos enseñó?


–VIVIENDO–


Se requiere AMOR y respeto al proceso, al desarrollo, a la acción que nos permite en un período determinado poder definirnos. Nosotros somos amor, volvamos a «renacer» siendo aquellos niños con la experiencia del adulto que supimos y, sabemos AMARNOS Y AMAR.

Toca el gran cambio, volvamos al humano que late en nuestro corazón, él sabe,

…-cómo hacerlo-. 💦


#Gotitasdeagua888

LA RED
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LA RED

La Red es una herramienta que, si le damos el uso óptimo, crea grandes cosas…

Pero debemos ser conscientes de que la Red no es lo que somos. Ese perfil que tiene nuestro nombre no debe tener más vida que nosotros mismos, y digo bien, porque hay personas que «mueren» por ello y son personas muy significativas en la red: influencers, youtubers… La Red no debe ser más importante; es simplemente una herramienta que nos permite expresar momentos, inquietudes, ideas, acciones…

No es lo que somos nosotros, de ahí que debemos hacer una introspección y mirarnos, solo nosotros sabremos la verdad.


Ya hemos tenido experiencias con personas y grupos con sus respectivos administradores que defienden el perfil en sus redes sociales, incluso en ocasiones como si se les fuera la vida en ello. Lo importante es tener la razón en la Red sí o sí; más allá de la verdad, es conseguir el objetivo, y por ello, competimos fuertemente en pro de esa finalidad. Eso nos hace sentir encontrados con nosotros mismos.

¿Es con nosotros o con la verdad que visualizamos, con la razón que hemos proyectado, esa que nos ha enseñado el sistema y la sociedad de cómo debe ser nuestra vida?…

Son muchas las veces que observo cómo constantemente estamos inmersos en volver a ser alguien con notoriedad en la Red, rivalizando por destacar a nivel individual y también en los grupos.

«Casi todos ofrecen lo «mejor»»

La Luz anhelada El Cielo buscado El Olimpo deseado El Nirvana ambicionado…

Sé y me consta que son maratonianas 24 horas del día sin descansar, semanas, meses y años para poder ofrecer esa teórica verdad, la inquietante y alarmante necesidad de ser alguien significativo, distinguido, destacado…

—Y me hago una pregunta—

¿De verdad es eso lo que tenemos que ofrecer?

Quizás necesitamos otras cosas; a lo mejor nuestras demandas son distintas, como por ejemplo que nos aporten herramientas para encontrarnos a nosotros mismos, criterios que nos inciten a profundizar y elegir por nosotros, invitarnos a que discernamos desde nuestra verdad y brindarnos la posibilidad de encontrarnos en nuestro camino, el que a cada uno nos toca transitar

¿Qué es lo que pretendemos ofrecer?

¿Promesas de qué debemos hacer para poder ser importantes, fundamentales, cruciales, en la Red y en la misma vida, o herramientas que nos demandan realidades para el encuentro de cada uno y no utilizarlo estratégicamente para que nos sigan a nosotros con la consecuencia de la notoriedad, el renombre y la fama?


«Cada uno de nosotros sabrá su propia verdad»

¡Solo hay una cosa que crea verdad y esa es la VERDAD!

Hay alguien que sí sabe quiénes somos, que sí sabe cuál es nuestro camino y lo que vinimos a experimentar; además, es erudito y alberga mucha sabiduría…

¡Ese ERES TÚ!


Dejemos ya de seguir creencias de qué es lo que tenemos que hacer para ser nosotros; la consecuencia de seguirlas es que podemos seguir el camino de otros, sea religión, espiritualidad, etc.

Además, siempre nos van a guiar desde su visión del mundo, desde su percepción, de lo que para ellos es mejor, o bueno, o correcto… ¡Eso ya no funciona!

Y no dependeríamos de nosotros mismos, sino de las conclusiones o deducciones de otro, que como otros viven su propio encuentro, el suyo, pero no el nuestro; nadie lo hace por nadie, cada uno tiene que hacer su camino. Eso no significa que en ocasiones sus aportaciones sean bienvenidas y bendecidas.

Llevémonos por nuestra intuición; ya somos conscientes de que cuando estamos preparados vivimos lo necesario para recordarnos.

Habrá seres que de una manera u otra llegan a nosotros en el momento perfecto, con la frase que debemos oír para rememorar quiénes somos. Tengamos presente que no deben ser necesariamente personas con carteles colgados de sus títulos conseguidos; a veces llegan personas con verdad acumulada, vida vivida o experiencia transitada, que tienen mucho que decirnos, y en otras ocasiones personas que solo nos dejarán esa frase o palabra o gesto o…

La activación en nosotros para que recordemos que somos algo más que lo que nos permitimos, que en nosotros hay mucho más, que nos atrevamos a


SER NOSOSTROS MISMOS


#Gotitasdeagua888

AMBOS-JUNTOS
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AMBOS-JUNTOS

Es cierto que hemos vivido y seguimos viviendo desigualdad entre los géneros; han sido muchos años de patriarcado, donde el matriarcado ha tenido que reivindicar y reivindica esa ausencia de igualdad de los derechos y de las obligaciones… En ocasiones, la lucha ha sido y es muy injusta, desigual, deleznable y mísera, llena de muchísimos despropósitos a propósito…


JUNTOS-AMBOS


El hecho de ser el macho de la especie, es decir, el hombre, ya era y aún es suficiente para acceder a beneficios exclusivos, logrando así diferenciarnos del otro género, incluso también entre él mismo, pues ser «macho» en ocasiones se es y era de una manera determinada, así le restábamos importancia al otro género y a los que no tenían cualidades de «macho»… excluyéndolos…

Nos sentíamos únicos, con el pensamiento de que no existe nada igual a nosotros, de ahí viene la exclusión de los demás, de la exclusividad que sentimos nosotros, esa del patriarcado… Nos otorgaban u otorgábamos el título solo por esa condición natural, ya éramos mejor o lo hacíamos mejor… y no siempre fue por nuestra habilidad o talento, sino por miccionar de pie…

Sé que a veces a la hembra de la especie, es decir, la mujer, no le quedó otra que tener que pelear y reivindicar esa pérdida de justicia e igualdad; han tenido y tienen aún que luchar, así es como sabemos y lo hemos aprendido, están inmersas en la disputa para tener las mismas oportunidades y los mismos derechos por el poder que no han tenido, de tener la capacidad o la facultad de hacer determinadas cosas y no ser excluidas por su género, por miccionar sentadas y querer poseer también ese poder, es suyo, para así ejercerlo…

Es lícito, y seguro que ha sido y es necesario el combate, es obvio que a día de hoy aún siguen habiendo diferencias que tenemos que arreglar y por supuesto la de ser equitativos, para recordar la ecuanimidad y obrar con imparcialidad y justicia, creando un mundo a imagen y semejanza de nuestra humanidad esa capacidad de sentir afecto, comprensión y solidaridad hacia las demás personas, donde la justicia sea el orden natural de las cosas, así:


¡Todos los humanos somos PERSONAS!…


La batalla sigue generando una grandísima controversia; aún nos defendemos de opiniones contrarias y además de manera reiterada, ambos géneros sentimos miedo, uno a no conquistar el poder y el otro a no perderlo. No sigamos esclavizándonos en la lucha agónica y extenuante por el ansiado poder y no caigamos en la tentación de las humillaciones, el sometimiento y la subordinación de aquellos o aquellas que no son como nosotros…

Seamos honrados y creemos con equidad, demos a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o sus condiciones, sin tener en cuenta ni favorecer el trato de un género perjudicando al otro.

A estas alturas ya somos conocedores, tenemos una verdad acumulada, experiencias, vida vivida y somos conscientes de lo que no funciona, de lo que excluye, de lo que diferencia, de lo que no es equitativo, de lo que crea injusticia, etcétera.


Ambos géneros lo hemos hecho de la mejor manera posible, era como creíamos que funcionaba, pero lo cierto es que favorecimos a que el género masculino dominara y sometiera al femenino… ¡No hagamos lo mismo ahora!, depende de nosotros.


En estos momentos hay una oportunidad, vivimos un cambio de paradigma y somos más conscientes de que las personas somos una unidad.

¡Recuperemos la fortaleza de la unión!

Que sí que nos da el poder, el PODER de ambos géneros, el complemento de ambas magias, la complicidad de SER UNO, si no, ambos perdemos, ambos somos derrotados, ambos nos hacemos daño y la «batalla» continúa… Si sometemos de la misma manera que lo hemos hecho, duplicaremos la historia, solo que al revés… Sé que no es la intención, aunque a veces en algunas acciones no lo corroboran, solo expreso lo que desde mi percepción puede ocurrir si no somos lúcidos y no actuamos con objetividad… Soy consciente de que queda menos, aunque desde mi apreciación aún nos queda para entendernos, comprendernos y respetarnos para después integrarlo y que no sea parte solo de una lucha reivindicativa sino del orden de la fortaleza que produce la unión de ambos géneros, esa que nos da el poder del todo lo que somos, porque vivimos la ARMONÍA de aportar esas nuestras distinciones, esas nuestras diferencias, esas nuestras riquezas…

Algún día usaremos toda la fortaleza que hay en nosotros, la que nos da el complementarnos ambos y así acceder:


“Al poder de SER la UNIDAD entre todas las personas, con todo nuestro poder de CREACIÓN que da la unicidad…”


#Gotitasdeagua888

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LA LUCHA

Lucha y lucha y más lucha,… derrocar lo anterior, cambiar lo antiguo, negar lo viejo…

¿Cuántas veces nos decimos «sigamos luchando, no dejemos de hacerlo»?

¿Luchar, es eso lo que debemos hacer?…

Luchar es emplear la fuerza u otros medios contra alguien o contra nosotros mismos o… en un enfrentamiento, que por lo general es violento, para conseguir un fin y vencer…

También es el esfuerzo que hacemos para vencer obstáculos, etcétera.

En ocasiones vivir en la lucha constante es extenuante… tenemos la lucha tan integrada en nuestra memoria histórica que hasta para encontrar el amor, la paz, el bienestar, la felicidad… debemos luchar, luchar por adquirir el derecho, el respeto, la libertad, el espacio… Se nos hace difícil a veces ser conscientes de que nada de eso lo define la lucha, sino lo contrario…

¿Y si estamos equivocados y es esa lucha interna que exteriorizamos lo que hace que evite encontrarnos de la manera y forma que queremos?

¿Y si esa es la resistencia, que en muchas ocasiones no sabemos ponerle nombre pero que afecta a que no nos sintamos realizados y reafirmados con nosotros mismos?…

  • Luchar lo usamos en cada texto, en cada tertulia, charla… que es necesario destacar nuestro esfuerzo, el esfuerzo de ser dignos, honrados, loables… Luchar es la palabra que a veces utilizamos para definir nuestra gran voluntad, nuestra gran capacidad, nuestra honorabilidad…

Podemos ser voluntariosos, capaces, venerables sin luchar… de manera pacífica y establecerlo en nosotros, sintiendo la paz que nos permite observarnos y elegir querer ser sin la resistencia de la pelea, del combate, de la batalla, de la lidia…

  • La lucha no pacifica, la batalla no concilia, la pelea no persevera, la disputa no acerca, la guerra no construye…

Sé que la lucha no solo tiene el significado de cómo lo contextualizo… también tiene el de la brega, el de hacer las cosas con entrega…

Solo pretendo hacer consciente que quizás usamos la energía de la lucha para ser nosotros y esa sea la causa que nos distancia del encuentro… No hago juicio de valor, sino pretendo aportar otra percepción que tal vez nos pueda ayudar a visualizar el desorden si lo hubiera…

Pacificar, trabajar, bregar, concordar, convenir, concertar, ajustar, encajar… posiblemente defina más a la humanidad que la lucha…

La vida no es una lucha, la vida es una experiencia.


LA VIDA NO ES UNA LUCHA, LA VIDA ES UNA EXPERIENCIA

Jose Acosta 💦


#Gotitasdeagua888

TODOS SOMOS
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TODOS SOMOS


¿De qué nos vale ser felices y estar buscando solo nuestra felicidad si los demás, aquellos que comparten con nosotros y los que no, no lo son? Ya tenemos conciencia para recordar que la felicidad de manera individualista no es felicidad, es una proyección del pensamiento que tenemos sobre ella. Me pregunto: ¿se puede ser feliz sabiendo que los demás no lo son?


A veces es difícil explicarme; las palabras en muchas ocasiones están estigmatizadas y limitadas, sobre todo cuando quiero mostrar cómo el programa, la educación competitiva en ser los más, los mejores, nos boicotea, entendiendo por ello que lo correcto es solo nuestro YO y los otros que se busquen la vida. Tengamos presente que es SER nuestra mejor versión, no es ser mejor que los demás, y los demás nos ofrecen espejos para poder serlo. ¡Esta vida es de todos y todos tenemos el derecho de poder disfrutarla!

Si ya somos, somos tanto en cuanto los demás son… ¿De qué nos vale llegar a esa ansiada y anhelada felicidad del tener, del conseguir… si los demás están sufriendo, están afligidos y llenos de dolor… ¿eso es felicidad? No abandonemos la intención de SER nosotros mismos, ¡La Felicidad es SER!


Paremos a discernir por un momento… y observemos si eso es lo que hacemos con todas nuestras búsquedas de la felicidad… si la visión que tenemos de ella es colectiva o no, si lo único que nos importa es solo nuestro yo con todos sus derivados: familia, amigos, entorno más cercano, etc. Recordemos que para que haya victoriosos, debe haber derrotados… ¿Y si todos ganamos? Seguro que así sí definiría nuestra humanidad.

Algunos de nosotros, cuando estamos en el camino que entendemos por «espiritual» —ese camino que nos dice qué tenemos que hacer para ser, cuando ya somos, siempre hemos sido—, adquirimos la creencia de que cuando hemos alcanzado todo el conocimiento que se nos imparte y hemos estudiado ese conocimiento, ya tenemos la capacidad de ser maestros o… y empezamos a intentar materializar nuestra ilusión, el camino suspirado, el camino pensado… Solo nos ocupamos de nuestra proyección individual e individualista, porque solo existe un objetivo: nuestro YO y YO…


Un «maestro» no es aquel que tiene muchos seguidores, ni tampoco el que tiene esa pretensión; esa sería la consecuencia, la reacción o el efecto… sino es aquel que cuando comparte vida con nosotros nos incita y nos invita a que encontremos el maestro que hay en nuestro interior… y hagamos sucesivamente por creencia propia lo mismo con los demás…

El encuentro es individual en el colectivo que formamos, el encuentro es solo pero no en soledad, el encuentro es gracias a los demás que nos lo permiten… Cuando nos encontramos, solo queremos que los demás se encuentren como nosotros lo hemos hecho… e incluso más allá para que también sumen a nuestro proceso y al proceso, ¡eso es SER UNO!

Todos somos maestros de nuestra vida


TODOS SOMOS

#Gotitasdeagua888

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ORDENEMOS

El desorden nos daña, pero lo solemos negar; es más fácil eso que aceptar que no sabemos cómo ordenar nuestra vida.

Esa verdad implica tener que aceptar que estamos equivocados y, peor aún, que en el pasado lo estuvimos más.
Algunos somos capaces de afrontar ese miedo y aceptar el dolor de ver nuestras miserias… otros no, y nos mantenemos pasivos, tocando nuestras catacumbas hasta caer del todo. Y aun así, desde ese estado profundo de dolor, a veces nos negamos a rendirnos…

La rigidez excesiva por no perder el control nos mutila. Tenemos que afrontar la imagen «errónea, equivocada, inexacta» que tenemos de nosotros mismos, y eso nos cuesta.

La manera en que vivimos no nos funciona, no nos define, no nos hace felices. Solo sobrevivimos, o simplemente no morimos. Qué gran error seguir así, con una vida sin colores. Qué desgaste tan intenso… qué agonía mantener una imagen para nosotros mismos y para los demás.

Cuánto dolor y sufrimiento acumulado. Verdades que se esconden por miedo a ser vistas, una tras otra, justificando que no estamos errados y que sí somos válidos.

Tenemos que rendirnos… a lo evidente.

¿Somos felices?

Respondámonos con franqueza y dejemos de engañarnos si no es así.

Hagamos nuestro pasado presente, y aceptémoslo mirándole a los ojos, para poder transformarlo ordenándolo tal y como es, y no como nos gustaría que hubiera sido.

No seamos soberbios ni tengamos sentimientos de superioridad.
Es simple y sencillo, como las grandes verdades: reconozcamos
Que no sabemos,
Que no somos felices,
Que no nos sentimos realizados…

¡Descansemos y rindámonos!

Somos nosotros quienes nos juzgamos.
Somos nosotros quienes no aceptamos nuestro proceso de encuentro.
Somos nosotros quienes nos avergonzamos de nosotros mismos.
Somos nosotros quienes estamos decepcionados con nosotros.
Somos nosotros quienes nos vemos como insuficientes…
Solo nosotros. Nadie más.

No busquemos razones fuera, ni culpables que justifiquen nuestra verdad.

Que es…

¡La no rendición!

¡Nuestra tozudez por razones o por miedos!
¡Nuestra rigidez e inflexibilidad!

▶▶ Elijamos si queremos cambiar.

Hagámoslo acción y la vida nos devolverá con creces eso que hemos elegido:

SER NOSOTROS MISMOS.

¡Más allá del temor está nuestra Verdad!

#Gotitasdeagua888