| |

DESEO

¿Qué es el deseo?…

Desear y desear constantemente es agotador, el querer tener o conseguir la felicidad, el dinero, el poder,…

Quizás eso lo que crea es un sufrimiento intenso ¿y si es eso lo que nos esclaviza? A lo mejor tanto desear es lo que nos tiene en una superflua vida… He visto a muchas personas que han conseguido y tienen todo lo que habían deseado y no son felices.


¿Qué ocurre entonces?, ¿dónde está el «error»?…

Hay un dicho que dice que es tan pobre, tan pobre, tan pobre, que sólo tiene dinero… ¿y si nos estamos equivocando y asociamos que ser felices es conseguir lo que deseamos?…

A lo mejor ser felices es SER uno mismo…


Si somos nosotros disfrutamos de ello, el músico, el pintor, el escultor, el analista, el psicólogo, el político… todos disfrutamos simplemente por SER, no por conseguir notoriedad, reconocimiento, fama…, en todo caso ésa sería la consecuencia de SER, la reacción de nuestra acción…

¿Dónde tenemos el foco? ¿en Ser o en conseguir lo que deseamos?

La respuesta a esa pregunta es personal… cada uno que se conteste… ¿Qué es lo que falla?

¿Somos nosotros o es el sistema que al no estar ordenado sólo nos enseña la búsqueda del dinero y del poder?… 🤔


Desear es el interés o la apetencia de conseguir la posesión o la realización de algo, de querer una determinada cosa, generalmente lo que consideramos bueno… Existe el deseo, eso es cierto, pero me pregunto…

¿Es el deseo quien debe ser la guía de nuestra vida?

Por un momento sería bonito que tuviéramos la capacidad de no desear, sólo aceptarnos a nosotros mismos, ser los niños que juegan sin estar pendientes de lo que queremos ser, sino vivirnos para recordarnos, para recordar quiénes somos y disfrutar de nuestro corazón y no del infatigable deseo que tenemos de ser algo, tener algo o conseguir algo…


Es obvio que el deseo es parte del motor de nuestra vida, lo que nos impulsa, lo que nos mueve a encontrarnos y lo que nos posibilita intentar vivir de la manera que nos defina… pero debemos ser conscientes de qué deseamos, porque en ocasiones define nuestra necesidad mental y no a nuestro corazón, con el sufrimiento constante de si seremos capaces o no, válidos o no, acertados o errados…

Deseemos claro que sí, deseemos ser nuestra mejor versión, la versión más elevada de nosotros mismos, nuestra honra, pundonor, honestidad, dignidad, decencia, lealtad, decoro, nobleza… HONOR

#Gotitasdeagua888 💦💦

TODOS SOMOS
|

TODOS SOMOS


¿De qué nos vale ser felices y estar buscando solo nuestra felicidad si los demás, aquellos que comparten con nosotros y los que no, no lo son? Ya tenemos conciencia para recordar que la felicidad de manera individualista no es felicidad, es una proyección del pensamiento que tenemos sobre ella. Me pregunto: ¿se puede ser feliz sabiendo que los demás no lo son?


A veces es difícil explicarme; las palabras en muchas ocasiones están estigmatizadas y limitadas, sobre todo cuando quiero mostrar cómo el programa, la educación competitiva en ser los más, los mejores, nos boicotea, entendiendo por ello que lo correcto es solo nuestro YO y los otros que se busquen la vida. Tengamos presente que es SER nuestra mejor versión, no es ser mejor que los demás, y los demás nos ofrecen espejos para poder serlo. ¡Esta vida es de todos y todos tenemos el derecho de poder disfrutarla!

Si ya somos, somos tanto en cuanto los demás son… ¿De qué nos vale llegar a esa ansiada y anhelada felicidad del tener, del conseguir… si los demás están sufriendo, están afligidos y llenos de dolor… ¿eso es felicidad? No abandonemos la intención de SER nosotros mismos, ¡La Felicidad es SER!


Paremos a discernir por un momento… y observemos si eso es lo que hacemos con todas nuestras búsquedas de la felicidad… si la visión que tenemos de ella es colectiva o no, si lo único que nos importa es solo nuestro yo con todos sus derivados: familia, amigos, entorno más cercano, etc. Recordemos que para que haya victoriosos, debe haber derrotados… ¿Y si todos ganamos? Seguro que así sí definiría nuestra humanidad.

Algunos de nosotros, cuando estamos en el camino que entendemos por «espiritual» —ese camino que nos dice qué tenemos que hacer para ser, cuando ya somos, siempre hemos sido—, adquirimos la creencia de que cuando hemos alcanzado todo el conocimiento que se nos imparte y hemos estudiado ese conocimiento, ya tenemos la capacidad de ser maestros o… y empezamos a intentar materializar nuestra ilusión, el camino suspirado, el camino pensado… Solo nos ocupamos de nuestra proyección individual e individualista, porque solo existe un objetivo: nuestro YO y YO…


Un «maestro» no es aquel que tiene muchos seguidores, ni tampoco el que tiene esa pretensión; esa sería la consecuencia, la reacción o el efecto… sino es aquel que cuando comparte vida con nosotros nos incita y nos invita a que encontremos el maestro que hay en nuestro interior… y hagamos sucesivamente por creencia propia lo mismo con los demás…

El encuentro es individual en el colectivo que formamos, el encuentro es solo pero no en soledad, el encuentro es gracias a los demás que nos lo permiten… Cuando nos encontramos, solo queremos que los demás se encuentren como nosotros lo hemos hecho… e incluso más allá para que también sumen a nuestro proceso y al proceso, ¡eso es SER UNO!

Todos somos maestros de nuestra vida


TODOS SOMOS

#Gotitasdeagua888

NUESTRA VERDAD
|

NUESTRA VERDAD

En ocasiones estamos tan inmersos en la idea que tenemos de nosotros mismos, que no nos damos cuenta de nuestras verdades…
Por ejemplo, de nuestra falta de confianza, de integridad, de coherencia…
Nos ofendemos muchísimo cuando otros nos muestran esas carencias. No queremos verlas.

Cuando ese reflejo nos lo muestra alguien tan cercano como nuestra pareja, suele ser de una manera tan clara y transparente que da miedo.
Ese ser que nos visibiliza nos confronta, y entonces entramos en la batalla del ego. No queremos aceptarlo, es más cómodo culparle por su «falta de criterio» hacia nosotros.

Incluso llegamos a atacarle con fuerza, diciendo cosas como “es mala gente” o “es mala persona”, que “se pasó de los límites” o que “fue demasiado lejos”.

Nuestra defensa es feroz ante tal desnudez del ego

Nos ponemos en alerta, en “zona roja”. Sentimos que nuestros principios y valores han sido atacados.
Expresiones como esas nos parecen “imperdonables” y nos hacen sentir suspendidos, no válidos.
Nos obligan a mirar hacia adentro. Y es precisamente con esa persona con quien más vulnerables somos.
Es alguien que amamos, y su opinión nos importa profundamente.

El hecho mismo de defendernos ya es una señal de que algo de verdad hay en lo que nos dicen.
Nuestro ego se queda sin escondites, sin las mentiras con las que sostiene esa imagen impoluta de cómo nos gustaría ser.

¿A quién no le gusta ser impecable, honrado, íntegro, coherente…?

Por eso, cuando alguien nos muestra lo contrario, nos resistimos.
Nos aterra la idea de ser ese reflejo, y atacamos con intensidad, incluso faltando al respeto.
Pero es el ego quien no quiere permitir ese descubrimiento.

Tenemos que descansar y empezar a percibir la vida como lo que es: ¡un PROCESO!

Todas nuestras acciones son parte del camino, oportunidades de definirnos, de encontrarnos con nosotros mismos.

Nosotros somos AMOR.
Elegimos en cada acción, nos estamos definiendo constantemente a través de lo que hacemos, según el propósito que hayamos elegido.
Y si no lo hemos elegido, aún estamos a tiempo. ¡Siempre estamos a tiempo!

Para pedir CONFIANZA, debemos confiar en nosotros.
Para pedir INTEGRIDAD, debemos ser íntegros en la intención de ser nosotros.
Para pedir COHERENCIA, debemos alinear lo que pensamos, decimos y hacemos.
Para pedir ENTREGA, debemos entregarnos más allá del ego ofendido.
Para pedir ENTENDIMIENTO, debemos aceptarnos tal como somos.
Para pedir COMPRENSIÓN, debemos entender que somos proceso, no meta.
Para pedir Ternura, Compasión, Perdón, debemos respetarnos, mimarnos, perdonarnos… y amarnos.

Sólo nosotros somos los responsables de nuestra vida.

Los demás simplemente nos permiten vernos, para poder encontrarnos con nosotros mismos.
Ellos no nos aprueban ni nos suspenden.
Somos nosotros, con nosotros mismos.

Dejemos de ser jueces, verdugos y condenados en nuestra propia vida.
Agradezcamos toda esa VERDAD que nos permite crear verdad.

La verdad elegida conscientemente es lo único que nos permite vivir una vida ¡confort-able! 💚

|

HOY ES DE ESOS DIAS

Dicen que la vida es para quien se atreve a vivirla o para quien se atreve a compartirla…
Hoy es de esos días que el atrevimiento es nulo.
Todo duele, hasta el movimiento que mi cuerpo genera al respirar para mantener mis constantes vitales.
Solo que él me ignora y sabe que debemos continuar y cumplir con el propósito de nuestra vida…

«EL DESTINO»

Hoy es de esos días que me entregaría a saltar al vacío sin importarme qué pasaría, con la sensación placentera de paz mientras lo hago.
Sentir el agrado del aire por mis mejillas, mientras cierro los ojos para sentir la delicia de ser uno con el todo, sin el interés o el valor del temor, de que la vida que yo soy permanezca viva, experimentándola como José…

-SIENDO LIBRE POR SER YO-

Hoy es de esos días que nada tiene más importancia que sentir la ausencia de querer ser o no ser algo.
Ya he aportado lo suficiente de mí: la nobleza, la humildad y mi bondad, como para sentirme realizado.
Mi integridad y fortaleza han sido acciones a lo largo de mi camino.
He sido honrado con la intención de ser mi mejor versión.

Hoy es de esos días que no me importa lo experimentado ni lo que experimento.
¿Quién soy yo para decirle a alguien quién y quién no debió o debe ser con su propio destino?
Ya sé que he sido ese juez moral que no siempre pude dejar, ni ordenar, ni dejar de ser…

Hoy es de esos días que terminar es liberarme, y continuar es seguir alimentando lo que quiero eliminar: el sufrimiento.

Hoy es de esos días que debo pedirle permiso a todos mis «yo» para continuar caminando con el entusiasmo que la vida que somos bien merece y seguir pintando los colores que la vida tiene…
Pero hoy no soy su embajador.
No quiero darle razones del porqué no, ni justificarme…
Simplemente decirle: no puedo.
Hoy no puedo.

Hoy es de esos días donde pararía el tiempo en un instante, mientras pido perdón alto y claro y me retiro al ocaso de mi soledad elegida, de mi yo rendido.

Hoy es de esos días que la vida que yo soy invade el espacio sin aviso previo de mi existencia, susurrándome:
«Ten honor y dile al padre que se haga su voluntad si no llegamos a ser capaces… Sé humilde y no vuelvas a subestimar tus capacidades. No lo permitas más. ¡Respeta tu humano!»

Hoy es de esos días que quiero descansar y no puedo.
Mi mente se apodera firme e inquebrantable, sin desfallecer, como el verdugo que ejecuta de manera impoluta la sentencia del juez que yo soy, porque no sé elegirlo, no sé cómo se hace, ni tampoco hoy merezco tal concesión.
Esa es la verdad.

Hoy es de esos días que el color negro, que en ocasiones tiene la vida, predomina en el lienzo que pinto.
Y el desánimo, el cansancio de vivir una vida distinta y diferente, me genera el impulso fácil que me ofrece irme a la locura y así poder DESCANSAR.


HOY ES DE ESOS DÍAS…

¿Quién de nosotros no ha vivido uno de esos días?
No nos desanimemos y sigamos adelante, aún tenemos cosas que vivir…


No te rindas… tú vales mucho 💚

#Gotitasdeagua888

| |

ORDENEMOS

El desorden nos daña, pero lo solemos negar; es más fácil eso que aceptar que no sabemos cómo ordenar nuestra vida.

Esa verdad implica tener que aceptar que estamos equivocados y, peor aún, que en el pasado lo estuvimos más.
Algunos somos capaces de afrontar ese miedo y aceptar el dolor de ver nuestras miserias… otros no, y nos mantenemos pasivos, tocando nuestras catacumbas hasta caer del todo. Y aun así, desde ese estado profundo de dolor, a veces nos negamos a rendirnos…

La rigidez excesiva por no perder el control nos mutila. Tenemos que afrontar la imagen «errónea, equivocada, inexacta» que tenemos de nosotros mismos, y eso nos cuesta.

La manera en que vivimos no nos funciona, no nos define, no nos hace felices. Solo sobrevivimos, o simplemente no morimos. Qué gran error seguir así, con una vida sin colores. Qué desgaste tan intenso… qué agonía mantener una imagen para nosotros mismos y para los demás.

Cuánto dolor y sufrimiento acumulado. Verdades que se esconden por miedo a ser vistas, una tras otra, justificando que no estamos errados y que sí somos válidos.

Tenemos que rendirnos… a lo evidente.

¿Somos felices?

Respondámonos con franqueza y dejemos de engañarnos si no es así.

Hagamos nuestro pasado presente, y aceptémoslo mirándole a los ojos, para poder transformarlo ordenándolo tal y como es, y no como nos gustaría que hubiera sido.

No seamos soberbios ni tengamos sentimientos de superioridad.
Es simple y sencillo, como las grandes verdades: reconozcamos
Que no sabemos,
Que no somos felices,
Que no nos sentimos realizados…

¡Descansemos y rindámonos!

Somos nosotros quienes nos juzgamos.
Somos nosotros quienes no aceptamos nuestro proceso de encuentro.
Somos nosotros quienes nos avergonzamos de nosotros mismos.
Somos nosotros quienes estamos decepcionados con nosotros.
Somos nosotros quienes nos vemos como insuficientes…
Solo nosotros. Nadie más.

No busquemos razones fuera, ni culpables que justifiquen nuestra verdad.

Que es…

¡La no rendición!

¡Nuestra tozudez por razones o por miedos!
¡Nuestra rigidez e inflexibilidad!

▶▶ Elijamos si queremos cambiar.

Hagámoslo acción y la vida nos devolverá con creces eso que hemos elegido:

SER NOSOTROS MISMOS.

¡Más allá del temor está nuestra Verdad!

#Gotitasdeagua888