MORALIDAD
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En muchas ocasiones, llegamos a confundir el AMOR con la facilidad sexual e hicimos «difícil», por ello, encontrar una relación de amor respetuosa con nosotros mismos.
Hablo del amor a uno mismo, a nuestros tiempos naturales, al respeto de nuestra intimidad, a lo profundo de nuestros sentimientos…
En ese camino de encuentro, a veces dejábamos de ser nosotros e hicimos lo contrario a lo que entendíamos que nos limitaba y reprimía nuestra libertad.
La moralidad de ser puros y castos por creencias… y tal vez fue más importante sentir que recuperábamos esa libertad perdida que el respeto a nosotros mismos.
Incluso, en ocasiones, llegábamos a «prostituirnos» sintiendo un vacío enorme, una grandísima desolación, utilizados, vejados, ninguneados…
No hablo de puritanismo, ni de la rigidez y de la escrupulosidad excesiva del cumplimiento de normas de conducta moral. Hablo de respeto a nuestra vida, a que seamos nosotros mismos quienes elijamos…
EL AMOR se hace de muchas maneras: «viendo una puesta de sol, escuchando música, compartiendo una película, un café, una tertulia», y la consecuencia de hacer el amor algunas veces es intimar.
A veces incluso sentimos que solo queremos experimentar esa conexión sexual de manera física, llena de deseo y de libido. También se hace el amor así, cuando quienes lo experimentan son conscientes de que en ese momento sienten expresarlo de esa manera e intiman…
Hacer el amor no es hacer sexo y tampoco dejar de hacer sexo; es hacer el amor.
Hacer el amor es conectar con el otro.
Armonizar las frecuencias que se sienten y elegir cómo materializarlas.
Es «Ser Uno» mientras nos vivimos y nos experimentamos.
Una de las «mayores» muestras de hacer el amor es intimar, es fusionarnos recordando que ambos somos unidad y anclar luz del cielo en la Tierra, de ahí que decimos «dar a luz».
Traer un Ser de luz del cielo y anclarlo aquí…
Es precioso y maravilloso hacer el amor, intimando para recordarnos en la unidad o no…
—¿A quién no le ha pasado que ha hecho el amor y no ha intimado?
Hacer el amor no es sinónimo de intimar e intimar no es sinónimo de hacer el amor…
Cuando lo ordenamos porque nos respetamos, el placer también se transforma y ya no solo es físico, sin desvalorar lo físico por esto o, ponerle la etiqueta de no válido, sino que simplemente nos posibilita ahondar y explorar más allá…
Debemos ordenar la represión y los límites de nuestra moralidad y también ordenar la libertad de creer que haciendo lo contrario somos nosotros…
No somos nosotros por hacer lo contrario a la moralidad, ni tampoco somos nosotros por ser seres llenos de LA MORALIDAD APRENDIDA por las creencias.
Nosotros somos cuando elegimos qué es lo que nos define en el momento, desde nuestra capacidad de observación, desde la consciencia que en ese momento experimentamos de nosotros mismos.
¡Hagamos El amor! 💦
#Gotitasdeagua888
